En 1951 se licenció en el Colegio de Abogados y tres años después se convirtió en funcionario del sistema gubernamental. Entre sus primeras aportaciones, el autor participó en la creación de la Academia de las Ciencias y la Academia de las Artes. Sin embargo, y a pesar de su posición en el seno político y su relación con el arte, Perrault nunca fue en contra del sistema ni tampoco dio señas de la fantasía que evocarían sus cuentos años después. Su vida se limitaba a cumplir su trabajo y honrar al rey Luis XIV en forma de poemas y diálogos, lo cual le valió la admiración de las altas esferas y el cargo de secretario de la Academia Francesa en 1663 bajo la batuta de su mayor protector, Colbert, consejero de Luis XIV.
MUY BIEN
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